En la CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE
VENEZUELA se
contemplan los mismos deberes y derechos para todos los ciudadanos por igual.
Artículo 87: Toda persona tiene derecho al trabajo y el deber de trabajar. El Estado
garantizará la adopción de las medidas necesarias a los fines de que toda
persona pueda obtener ocupación productiva, que le proporcione una existencia
digna y decorosa y le garantice el pleno ejercicio de este derecho…
Artículo 21: Todas las personas son iguales ante la ley, y en consecuencia:
No se permitirán discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el credo, la condición social o aquellas que, en general, tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos y libertades de toda persona…
No se permitirán discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el credo, la condición social o aquellas que, en general, tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos y libertades de toda persona…
Artículo 83: La salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo
garantizará como parte del derecho a la vida. El Estado promoverá y
desarrollará políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar
colectivo y el acceso a los servicios. Todas las personas tienen derecho a la
protección de la salud, así como el deber de participar activamente en su
promoción y defensa, y el de cumplir con las medidas sanitarias y de
saneamiento que establezca la ley, de conformidad con los tratados y convenios
internacionales suscritos y ratificados por la República.
En mi opinión muy
particular si se puede, hablando desde mi propia experiencia de vida, hay dos posiciones. La primera: si el diagnostico se conoce cuando ya se está
trabajando la mayoría de las personas se reservan la información y continúan
llevando sus vida “normal” sin informar al patrono por miedo y desconocimiento
de las leyes, existe la falsa creencia de que será una carga para la empresa
contratante, generando esto en el empleado la mayor discreción en cuanto a su
diagnostico, además del temor a ser discriminado por sus compañeros de trabajo.
El segundo: Un poco más difícil para la mayoría es, si se enteran del diagnostico
estando desempleados, ya que existe el miedo casi terror a llevar el currículo ser aceptados y que les manden hacer todos los exámenes (incluyendo
la prueba de vih) sin su consentimiento y al enterarse les nieguen la oportunidad
de trabajar.
Esto se da por el desconocimiento de que el
estado Venezolano asume el tratamiento antirretroviral así que no genera ningún
gasto ni al paciente, ni al empleador.
Así lo he podido ver
a lo largo de estos 15 años que llevo escuchando anécdotas y experiencias,
particularmente en mi caso, nunca lo oculte, hable claro y he recibido apoyo y
solidaridad de mis compañeros de trabajo y patrono, quedando claro que siempre
va a depender de la aptitud que se asuma ante las situaciones que nos
corresponda vivir.
Anyhec Pantoja